Pintando de color mis alas negras


viernes, 23 de enero de 2015

A VECES



A veces, así sin más guía que el impulso de un corazón que apenas late
decido
caminar sobre los cristales de todos los espejos que rompí,
y aprieto con mis manos, rosas bellas, olorosas, llenas de espinas
que tiñen de sangre mis manos largas y blancas;


A veces, sin camino, ni rumbo, ni brújula
me pierdo en las sombras de las noches sin lunas
y le grito a los búhos, que nunca duermen, y me miran con los ojos desorbitados
espantados de tan atroces graznidos;

A veces, en infinitas carreteras que no conducen a ningún sitio
canto en el coche a golpes de rabia y gritos
y pasan a 150 kilómetros por hora los postes solitarios de la luz
y pienso que van demasiado deprisa, para ir a ninguna parte.

A veces, me paro de cuajo, y se me hiela la sangre, las palabras, y la vida
y no por los dos grados bajo cero, 
sino ante la inmundicia de un banco donde duerme bajo la escarcha
la pobreza y el olvido, como único compañero un litro de vino.

A veces, sin más me miro
y no lato, no respiro, no vivo, no siento, no lloro, no río, no camino... no te encuentro, no me miro.




Carmen Garcia Ariza Tengo tan fríos los pies, que creo que no me riega la sangre al cerebro, y a veces no escribo, deliro. Enero 2015

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu comentario, me gusta saber que has visitado mi rinconcito.