Después de un largo silencio, y de escuchar con el alma, a esas personas, que sin saber muy bien por qué te acompañan incondicionalmente en esos caminos que a veces nos toca recorrer a ciegas, y además no piden nada a cambio, después de dejarme querer y cuidar, y abrazar mi ser, y a la niña aquella un poco traviesa e imaginativa, que no comprendía los castigos de la inocencia de una mente pura, después de abrazar a aquella adolescente que soñaba con cambiar el mundo, después de amar a esa mujer entregada, generosa, luchadora, soñadora y cabezota, después de darme cuenta que dejé me hicieran daño y no me cuidé, no me quise, y que dejé de creer en mi, en lo que verdaderamente soy y siento,,,, ahora camino despacio... observo, miro, escucho, siento.... el latir de la vida que no firma su rendición, porque a veces sentimientos hermosos habitan el alma y son capaces de curar las heridas de las derrotas, de las vilezas, de la cegueras, del egoísmo, de la incomprensión y de la sin razón.. pero hoy yo me siento, y siento la grandeza de un abrazo, de un te apoyo y de un respeto infinito por el ser y dejar ser, y siento a personas que en circunstancias de dolor aún abrazan la vida con valentía y llenos el corazón de amor. Hoy que vuelvo a abrazar mis ideales, que dejo ser a esa niña traviesa y pizpereta con la imaginación desbordante que soñaba con ser una princesa, pero eso sí, guerrillera, de las de caballo y espada en mano, hoy que acepto a una chica de pechos incipientes que creía en el amor incondicional y apasionado que llenaría su ser y veía tan fácil cambiar el mundo.... y hoy que de nuevo vuelvo a creer en esta mujer valiente, con heridas, ensangrentada, empapada en lágrimas derramadas, con la decepción a flor de piel y con la ceguera aún esperando luz, que cree en la vida y que a pesar de saber que la maldad existe, aún cree en la fuerza del amor verdadero, del porque si, del que no espera, del que cree, del que apoya, del que respeta, del que te cose las alas para volar con él por cielos sin fronteras y del amor que ama de verdad...y cree, en todas esas manos que día a día trabajan por un sueño y sobre todo cree en personas que aún estando en el fondo, así, de cualquier manera, te regalan un sonrisa, y te ofrecen un mano..... Por todos los que amo, por todos los que no se rinden, por todos los que luchan con las mayores adversidades, por todos valientes que van hacia adelante, y por los que se equivocan y saben volver hacia atrás, y recomenzar, por los que perdonan, por los que reconocen que se equivocaron y con la cabeza alta y sin vergüenza se enfrentan al espejo y a los jueces implacables de la inquisición, y se enfrentan con la única arma de la verdad de una mirada, por los que dan amor y saben comprender que todos somos humanos y decimos cosas que no sentimos, y que nos equivocamos, pero saben reconocer dónde está la verdad de unos ojos y el reflejo de un alma, por todos las vidas que solo saben ser amor, me levanto, con los puños apretados, con la ilusión llenándome la mochila, con la fe de que el amor traerá la verdad y vencerá, como aquella niña que luchaba con su espada contra todo mal que amenazaba su amor.
Perdón por la parrafada, solo quería que supierais cuánto aprendo de vosotros, incluso de los que no dicen nada, a cuántas personas admiro y cuánto cariño recibo, sin apenas haber dado yo nada, y eso, es el impulso de la vida.
Besos a los que escriben poesía, besos a los que sueñan, besos a los que luchan, besos a los que lloran, besos a los que se ríen, besos a los que se ofrecen, besos a los que reciben con cariño, y besos a los que no se rinden, sobre todo a los que creen en el amor y lo protegen como el mayor regalo que pueda darnos da vida y besos porque si. Gracias por las alas.
Carmen García Ariza. Por las alas. Junio 2014
