Me entretuve en el bosque
donde la espesura de árboles;
como siempre desolados;
apenas dejaban correr mi sangre,
por los arroyos de agua seca
por las orillas de hierba negra
por los secarrales de campos infinitos
donde ni florecen los pájaros
que echo a volar, aún sin alas
solo con el aliento de mis sueños.
Me entretuve en el bosque
buscado mi vida, la que perdí
en aquella madrugada haciendo esquina
con filos de navajas asesinas,
y entre ramajes y hojas secas
de veranos tediosos que me asfixian.
Me entretuve buscándome
en una masa informe de ciegos
que olvidaron mirar el corazón de los otros
y en los charcos secos sin lunas negras
y ni siquiera pude sentirme en el cieno y el silencio.
Me entretuve
y hoy me busco de nuevo
a ver si me encuentro
sonriéndome en el reflejo de aquel espejo
que siempre fuiste tú.
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