Quizás él no sepa
que esa luna
vuelve a colgar de su cuello
cerca de su pecho
y juega entre sus dedos
soñando
horas felices del ayer
que son la esperanza
para caminar
a su mañana de futuro
Quizás él no sepa
que la luna muere de dolor
cuando siente que él se entrega
a una amarga derrota.
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