Pintando de color mis alas negras


domingo, 6 de julio de 2014

NO ME DOMESTIQUEN EL AMOR



El cielo es ancho e infinito. Mis sueños aún tienen las alas rotas... y quieren volar, planear, estrellarse, condenarse, crecer, levantarse, o atarse a una mano que no te deja caer, es amor, libre, porque la libertad siempre está junto a quién amas.
El universo es un caos, en un particular orden anárquico, que no admite normas ni leyes... el mal que destruye y el amor que crea y repara alas rotas....
Reboso en las casillas ordenadas de los manuales de psicología, se desparrama mi yo de las cajas perfectamente ordenadas, no entro en las esquelas acotadas, taxativas, incuestionables de los juicios de valor de fabulas y otros cuentos para domesticar el amor... ¿quién le pone rejas al mar?, ¿quién le pone reglas al amor?
El universo y el amor no entran en ningún pensamiento racional inventado por seres que nacen de una loca pasión, y quién no se abandona a ese irracional y absurdo sometimiento de los sentidos al más absoluto caos sin razón, ni tiempo, ni espacio, ni leyes, solo tendrá un pequeño amor encontrado en cualquier manual de psicología y libros de autoayuda.
Solo amo, y a veces respiro y me siento al borde del abismo, donde la locura no tiene cura.
Y yo estoy loca, no me den remedios para esta demencia, ni para domesticarme el amor.

Carmen García Ariza. Feliz Navidad, está a punto de nevar, y quieren hacerme creer que llegó el verano... con lo lejos que me queda el mar. Julio 2014

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