y palabras negras colgadas en el techo de mi cama
asechan,
esperando que duerma
para robarme los sueños que guardé
en una caja, al lado izquierdo del corazón.
Al filo de abismos sin finales
donde planeo vuelos suicidas sin alas
desde el borde del colchón al frío suelo
que tantas madrugadas besé
como una amante sumisa y entregada
soy vigía de barcos perdidos
en noches sin sueño ni besos.
Soy ancha, y no tengo medida
soy inmensa y no entro en una lata
por mucho que quiero siempre, siempre
me desbordo
y el corazón me estalla
tan excesiva como un universo incomprensible
en expansión e inabarcable....
en mi vive lo eterno
y en mi late la muerte
y no tengo sangre
sino vida.
Carmen García Ariza. Elucubraciones mentales en noches de desvelos y minutos lentos. Julio 2014
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