Ya no queda lugar entre las copas de los árboles
desnudos aún
ni en los filos de los abismos
a los que suelo asomarme de madrugada
más que para amarte...
quizás ayudarían más los odios
por tanta traición
si yo no supiera
si yo,
ya hubiera olvidado
cuánto me amabas
y como temblaba tu boca en mis labios
hoy encarnizados
porque el dolor dejó ahí su huella
y me miro a solas en nuestro espejo
para recordar
sentir que allí se hallaba el amor...
y aunque fuiste implacable
ya sé
que me fulminó el odio y la locura en tus ojos
aún sé que eran los mismos que minutos antes
lloraban de amor y deseo
los mismos llenos de ternura y dolor...
Y libramos esta batalla contra nosotros mismos
y yo sé
que detrás de esa coraza
está el hombre que yo amaba
se perdió en el bosque oscuro
y escuchó las voces mentirosas
de los asesinos que mataron nuestro amor
encerrando su alma en una jaula sin corazón...
Alargué mis manos
colgada al precipicio
y me dejaste caer...
y aún busco cualquier resquicio
para ver tu nombre
para sentir un te quiero
en el aire
en el viento
en el fondo de este abismo sin final
y aún te espero
temblándome el alma
tras esta coraza
con la que me visto
cada mañana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario, me gusta saber que has visitado mi rinconcito.